Una aproximación al terrorismo de extrema derecha en la actualidad: etnicidad, nacionalismo y religión
An approach to far-right terrorism today: ethnicity, nationalism and religion
Aitor Díaz-Maroto Isidro
Universidad de Alcalá, Alcalá de Henares, España
aitor.diaz.maroto@gmail.com
Recibido: 20/08/2024
Aceptado: 3/10/2024
DOI: https://doi.org/10.33732/RDGC.15.109
Resumen
La violencia y el terrorismo de extrema derecha están ascendiendo paulatinamente en los últimos años. Hechos como los atentados en Noruega en 2011 o los atentados en Nueva Zelanda del 2019 son ejemplos de ello. El objetivo de esta investigación es valorar el peso que tienen tres elementos (religión, etnia y nación) dentro de la idiosincrasia de los grupos terroristas aceleracionistas de extrema derecha. Mediante un análisis y valoración crítica de la bibliografía disponible sobre el tema, se alcanza la conclusión de que los tres elementos a analizar son claves para comprender este nuevo fenómeno de terrorismo internacional.
Palabras clave
Terrorismo, Extrema derecha, Nacionalismo, Religión, Etnia.
Abstract
Right-wing extremist violence and terrorism are gradually on the rise in recent years. Events such as the attacks in Norway in 2011 or the attacks in New Zealand in 2019 are examples of this. The aim of this research is to assess the weight that three elements (religion, ethnicity and nation) have within the idiosyncrasies of far-right accelerationist terrorist groups. Through an analysis and critical appraisal of the available literature on the subject, the conclusion is reached that the three elements to be analyzed are key to understanding this new phenomenon of international terrorism.
Keywords
Terrorism, Extreme right-wing, Nationalism, Religion, ethnicity.
Esta obra está bajo una licencia internacional Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0. CC BY
INTRODUCCIÓN
En los últimos años, los ataques terroristas y violentos con base ideológica en posiciones consideradas de extrema derecha han vivido un ascenso. Tal y como recogen organismos como el Observatorio Internacional sobre Terrorismo (OIET) en su sección “Violencia y terrorismo de extrema derecha”1, esta tipología terrorista ha ido aumentando su presencia en los estudios y medidores de riesgo nacionales e internacionales desde, aproximadamente, los inicios de la década de 20102. En la misma línea se sitúa la Unión Europea con su informe “European Union Terrorism Situation and Trend report 2023 (TE-SAT)”3. De igual forma, diversos medios de comunicación se han hecho eco de este pausado pero imparable aumento de casos (López-Fonseca, 2024) (Moreno, 2020). A pesar de estos llamados de atención, el fenómeno del terrorismo de extrema derecha se viene desarrollando desde hace varias décadas. Pese a ello, en esto últimos años, se ha introducido una variable que, al entender de quien suscribe estas letras, ha supuesto un gran cambio y evolución en esta tipología de terrorismo: la irrupción de internet y las redes sociales como amplificadoras de los mensajes violentos.
Es a través de estas redes sociales, foros de internet, etc., que los principales mensajes de radicalización se difunden, destacando en ellos los manifiestos que muchos terroristas publican previo a sus ataques (como puede ser el caso de Anders Breivick en Noruega en 2011) o, incluso, la retransmisión en directo de los atentados (como fue el caso de Christchurch en Nueva Zelanda en 2017). De igual forma, la red también se ha convertido en el lugar predilecto no solo para la ostentación de los ataques realizados o la justificación de los mismos, si no para la difusión de toda una suerte de mensajes de radicalización que giran en torno a tres grandes pilares: nación, etnia y tradición (entrando en este último concepto elementos relacionados con la religión y el género) (Niño, 2017: 124-127). Es por esto por lo que surge la pregunta principal de investigación principal de este artículo: ¿qué peso tienen la nación, la etnia y la tradición en el terrorismo actual de extrema derecha? Además, se deben realizar otras cuestiones a las que se procurará dar respuesta también: ¿son estos elementos clave para comprender el fenómeno del terrorismo de extrema derecha actual?, ¿el auge de las extremas derechas políticas en Europa y América tiene influencia en el auge de este nuevo terrorismo?
MARCO TEÓRICO Y ESTADO DE LA CUESTIÓN
A lo largo de los años, el terrorismo ha resultado ser una estrategia de acción violenta con el objetivo de defender postulados políticos utilizada indistintamente por grupos de extrema derecha, extrema izquierda, religiosos, nacionalistas, identitarios, etc. Sin embargo, resulta evidente que, tal y como señalan autores, en los últimos tiempos se ha observado una radicalización en ciertos grupos de la esfera de la ultraderecha y la alt-rigth actuales que han llevado incluso a propugnar la idea de una posible nueva ola de terrorismo internacional en ciernes (Arias Gil, 2020).
Por otra parte, resulta también ampliamente admitida la dificultad de definir tanto la problemática del propio terrorismo de extrema derecha como qué fenómenos deberían englobarse en esta etiqueta (D. Ortiz, 2022: 185). Son múltiples los grupos que han desarrollado actividades violentas que podrían entrar dentro de estos marcadores. No obstante, a la hora de facilitar la comprensión de dicho fenómeno, es necesario indicar algunas ideas principales que comparten y que pueden ayudar a la definición del mismo. Por una parte, se puede hablar de una extrema derecha más tradicional que abogaría por la defensa de una idea de sociedad jerarquizada, una visión autoritaria del mantenimiento del orden y la defensa de unos valores tradicionales (Carter, 2018). Ahora bien, desde el surgimiento de la alt-right a nivel internacional (Hawley, 2019), se han añadido y remarcado ciertas características que conviene resaltar. En primer lugar, es imprescindible señalar que internet y las redes sociales han resultado claves para la evolución y conformación de los nuevos tipos de la extrema derecha (Gaudette; Scrivens; Venkatesh, 2020). Es a través de las redes sociales y la web por donde estos grupos de extrema derecha se movilizan, captan seguidores y difunden sus mensajes e ideas (Méndez García, 2022). Este mismo medio ha llegado a ser utilizado por diferentes terroristas de extrema derecha para difundir sus atentados (Lowe, 2019) o los manifiestos que les han servido de justificación de los mismos (Baqués; Toboso; Ortolà, 2022). Así, acaban convirtiéndose, además, en héroes transnacionales para los usuarios de estas redes y foros (Arias Gil, 2020: 78-85). Por lo tanto, se puede afirmar que internet resulta ser una pieza clave tanto para los actuales grupos de la extrema derecha, como para los sectores más radicalizados que pueden acabar optando por el uso de la violencia (Alava; Chaouni; Charles, 2020).
De igual forma, otro de los elementos clave que confluyen entre las nuevas definiciones de la extrema derecha actual y el terrorismo que algunos grupúsculos de esta tendencia desarrollan sería lo referente a las cuestiones de género, la nación (incluidas ciertas concepciones neocoloniales o de revisión del pasado colonial) y la religión (Arias Gil, 2020). Mientras ciertos sectores vinculados a la extrema derecha política intentan separarse de las visiones más radicales y violentas (Hawley, 2019: 38-40), es indudable que gozan de diferentes elementos en común como el nacionalismo blanco o el etnoestado blanco, la misoginia y la homofobia (Hawley, 2019: 11-16) (Stern, 2019) (Roose; Cook, 2022), así como el antisemitismo y la islamofobia entremezclados con teorías conspirativas (Avilés, 2022: 39-46). Es de esta forma que podemos encontrarnos estos elementos en lo que se ha denominado extrema derecha política y en los grupos violentos o elementos terroristas vinculados a esta ideología (D. Ortiz, 2022) (Ortiz Arellano, 2023: 146-149) (Ahmed; Lynch, 2024).
En cuanto al caso concreto del terrorismo de extrema derecha, D. Ortiz señaló un total de cuatro grandes tipologías de violencia realizada por los grupos o individuos identificados con postulados de este gran grupo ideológico a lo largo de la historia: ejército irregular, red terrorista, banda y “lobos solitarios” (D. Ortiz, 2022: 193). No obstante, el mismo autor señala que, a día de hoy, se pueden encontrar elementos como Combat 18 o Atomwaffen Division que se corresponderían con los esquemas clásicos de redes terroristas. También nos encontraríamos bandas como los Proud Boys norteamericanos o los “lobos solitarios”, como podrían ser los casos de Anders Breivik o Brenton Tarrant. En esta misma línea se mueve la obra de Enrique Arias Gil incluyendo el concepto del aceleracionismo, una tipología de violencia y acciones terroristas que buscan acelerar la descomposición del Estado y que esta situación genere un enfrentamiento étnico, religioso, de género e identitario donde la población blanca, heterosexual y cristiana vuelva a imponerse sobre el resto (Arias Gil, 2020).
Estas redes y estas concepciones se extienden de forma transnacional de manera rápida y efectiva a través de internet, como se ha mencionado con anterioridad (Niño, 2017). Publicaciones como las realizadas por el Centro Memorial de Víctimas del Terrorismo (Avilés; Rodríguez, 2022), del Observatorio Internacional de Estudios sobre Terrorismo (Cantó, 2024) o publicaciones académicas desarrolladas por investigadores de centros especializados en el contraterrorismo (Bjørgo; Aasland Ravndal, 2019) advierten del auge del mismo y de la necesidad de prestarle una mayor atención. Igualmente, publicaciones oficiales como el informe desarrollado por el Intelligence and Security Committee of Parliament del Reino Unido en 2022 indican la urgencia que algunos estados y organismos están poniendo acerca de esta nueva tipología de terrorismo.
UN ACERCAMIENTO AL TERRORISMO Y LA VIOLENCIA DE LA EXTREMA DERECHA: EL ACELERACIONISMO
Si bien el terrorismo y la violencia política de la extrema derecha ha sido una problemática que se lleva desarrollando desde hace décadas4, tal y como se ha señalado en diferentes publicaciones (Cohen Villaverde; Blanco Navarro, 2014) (Arias Gil, 2020), es en los últimos años donde se ha venido observando un auge importante de esta tipología violenta. Para reforzar esta idea, es necesario remarcar que organismos oficiales como el Parlamento británico ha elaborado informes exhaustivos acerca de dicho fenómeno, elemento que nos permite comprender la escalada que se ha vivido en los últimos tiempos en torno a esta tipología de terrorismo (Lewis, 2022).
Para autores como Arias Gil, el terrorismo de la extrema derecha ha vivido dos grandes oleadas. La primera estaría caracterizada por un profundo sentimiento anticomunista encuadrado dentro de las lógicas de la Guerra Fría y ocuparía la práctica totalidad cronológica de este fenómeno histórico (Arias Gil, 2020: 32). La segunda de estas oleadas basaría sus definiciones ideológicas en torno a la antiinmigración. Esta, iniciada con el movimiento skinhead neonazi en Reino Unido, tiene, para Arias Gil, dos escenarios muy diferenciados: Europa y Estados Unidos. Mientras que, en Europa, los postulados de estos grupos se aproximarían en ocasiones a algunos postulados de la izquierda anticapitalista en su crítica a la globalización y el capitalismo; en Estados Unidos se viviría una reconfiguración de grupos y organizaciones ya existentes y un recrudecimiento del mensaje antiinmigración (Arias Gil, 2020: 32-33). No obstante, se ha introducido durante los últimos años un concepto nuevo a la hora de analizar el fenómeno del terrorismo y la violencia de la extrema derecha: el aceleracionismo.
Esta nueva fórmula del terrorismo de la extrema derecha contiene, tras un análisis del mismo, dos grandes características a valorar y tener en cuenta. Por un lado, se observa un cambio sustancial en cuanto a la organización y la acción. Mientras que durante la segunda mitad del siglo XX se optó por un paradigma piramidal en grupos como el Ku Klux Klan o Combat 18, en la actualidad, la extrema derecha ha optado por la red (donde internet, los foros y las aplicaciones de mensajería tienen un peso muy importante) y las acciones individuales (Arias Gil, 2020: 33-34). Por otra parte, la concepción del aceleracionismo ha servido, desde nuestro punto de vista, como un punto de unión para ideas y construcciones políticas que van desde el ecofascismo y el nacionalismo cultural, hasta el movimiento incel5 o la islamofobia.
Arias Gil define al aceleracionismo como una versión más extrema del neonazismo basada en una visión apocalíptica de la civilización occidental. Para estos grupos, el conjunto de costumbres y valores occidentales, así como la raza blanca, acabará desapareciendo y es un error intentar salvarla. Lo deseable es contribuir a esta caída provocando un caos general (político, económico, social, cultural, etc.) que derive en una guerra provocada por el vacío de poder consecuente a este caos. Tras esta, se deberá optar por la creación a nivel mundial de un etnoestado blanco (2020: 37-39). Esta corriente se llevaría desarrollando desde, aproximadamente, 2013 con la creación de Atomwaffen Divison (AWD), grupo terrorista de extrema derecha que se ha convertido en la actualidad en uno de los grupos de referencia y más extendidos por internet (2020: 37). De igual forma, esta tipología de terrorismo se encuentra muy extendida a nivel internacional, llegando a haber un entramado de relaciones internacionales de gran peso entre muchas de estas organizaciones (Lewis, 2022: 41-51) (Gómez Fernández, 2023).
Siguiendo lo expuesto por Arias Gil, el terrorismo aceleracionista hunde sus raíces ideológicas, entre otros elementos, en el manifiesto de Anders Breivik, el perpetrador de los atentados en Oslo y Utoya (Noruega) en 2011. Para el caso concreto estadounidense, tiene un componente fundamentalista cristiano de gran importancia (2020: 43). Las estrategias puestas en marcha por estos grupos y sus diferentes filiales se pueden dividir en dos grandes bloques: la captación y difusión de sus mensajes, y la acción. En cuanto a la captación y la difusión, internet, los foros y las plataformas de mensajería como Telegram sirven a la vez como altavoces para sus preceptos y como zonas de atracción de diferentes individuos. Mediante mensajes sencillos, memes y bulos (donde el conspiracionismo tiene un papel muy relevante (Méndez, 2020)), consiguen atraer a individuos que, posteriormente, pueden radicalizarse y pasar a la acción directa. Esta acción suele ser individual (Arias Gil, 2018), acompañada de un manifiesto donde se plasman las ideas principales que han llevado al terrorista a la acción (Baqués; Toboso; Ortolà, 2022) y con un objetivo relacionado con la larga lista de “enemigos” de su concepción de un etnoestado blanco (mujeres, musulmanes, comunidad LGTBI, personas de izquierdas, cuerpos y fuerzas de seguridad, etc.). De igual forma, otra de las estrategias predilectas de este terrorismo aceleracionista es la de conseguir insiders o miembros de la burocracia y de las fuerzas del orden que actúen como infiltrados y entreguen información o puedan realizar, en algún momento, una acción desde dentro del propio sistema (Lewis, 2022: 35) (Arias Gil, 2020: 208-210).
Esta nueva tipología puesta en marcha por el terrorismo de la extrema derecha se ha ido extendiendo territorialmente con el paso del tiempo. Gracias a las redes sociales e internet, tanto las tácticas como las ideologías que lo sustentan han ido calando en diferentes puntos geográficos como Estados Unidos, Italia, Alemania, los países escandinavos, Rusia, Francia, Argentina, Chile (Arias Gil, 2020: 46) o España (Gómez Fernández, 2023). Sus principales características y postulados ideológicos convergen con otros grupos de la extrema derecha y podrían resumirse en tres puntos clave: etnicidad, religión y nacionalismo.
ETNICIDAD, RELIGIÓN Y NACIONALISMO: LOS TRES PILARES DEL TERRORISMO DE EXTREMA DERECHA ACTUAL
A la hora de caracterizar el fenómeno del terrorismo de extrema derecha aceleracionista es necesario señalar previamente una gran dificultad con la que se cuenta. Debido a la forma de organización de estos grupos (en red), el uso masivo de foros y redes sociales que favorecen el anonimato, y la preferencia por la radicalización y las acciones de carácter individuales, nos encontramos con una gran cantidad de ideologías, variantes y elementos que constituyen el principal carácter heterogéneo de este fenómeno. Elementos como el género, la misoginia, el racismo, la homofobia, la islamofobia, el antisemitismo, y un largo etcétera, son compartidos por la mayoría de los grupos, foros y chats6. No obstante, para este artículo, se ha optado por señalar tres que podrían considerarse como de los más importantes y tangenciales a esa amalgama heterogénea de creencias e ideas: etnicidad, religión y nación. Mediante estos tres elementos, estos grupos consiguen apelar a sentimientos identitarios de gran calado, fuerza y presencia en las sociedades actuales. Cabe señalar que es inevitable recurrir a otros elementos de los anteriormente señalados (u otros cualesquiera) en algún momento por el carácter tan ecléctico de muchas de estas organizaciones (Arias Gil, 2020).
De inicio (y siguiendo lo expuesto por Arias Gil), los memes y el contenido de los chats y conversaciones son, hasta el momento, uno de los elementos clave para investigar y comprender este fenómeno del terrorismo aceleracionista de extrema derecha (2020: 62-183). Mediante el uso de estas herramientas se demuestra que este es un movimiento muy adaptado a la realidad de las relaciones sociales de la actualidad y que sabe cómo conectar no solo con las nuevas generaciones, sino también con aquellas personas que han entrado a participar de estas nuevas formas de comunicación, teniendo estas un peso clave para definirlo (Arias Gil, 2020: 62) (Stern, 2019: 15-32) (Alava; Chaouni; Charles, 2020) (Tovar, 2024). Estos elementos son los más idóneos para acercarse a este fenómeno y sus ideologías por su sencillez a la hora de enviar el mensaje y por el consumo constante que de ellos se hace en las comunicaciones online actualmente (Arias Gil, 2020: 62).
En el libro Aceleracionismo y extrema derecha. ¿Hacia una nueva oleada terrorista? se indican un total de trece características comunes que van desde el nihilismo a la misoginia pasando por las conexiones internacionales que muchos de estos grupos y foros comparten (Arias Gil, 2020: 62-183). Sin embargo, como ya se ha mencionado, este texto se centrará en tres elementos que consideramos de gran relevancia.
La idea de la creación de un etnoestado blanco suele resultar transversal a la mayoría de los grupos aceleracionistas y a una gran parte de la extrema derecha o la alt-right. Alexandra Minna Stern, en su libro Proud Boys and the White Ethnostate. How the Alt-Right is warping the American Imagination, señala cómo muchos de los grupos de la alt-right han abrazado la idea del supremacismo blanco que algunos individuos relacionados con el terrorismo de extrema derecha no han dudado en utilizar para justificar sus acciones. Atentados como los de Noruega de 2011 o el de Christchurch en 2019 fueron precedidos por manifiestos donde se mencionaba la necesidad de consolidar una Europa (para el primer caso) o una Nueva Zelanda (para el segundo) blancas7. De igual forma, la investigación realizada por Talia Lavin arrojó luz sobre cómo las ideas acerca del supuesto genocidio blanco y la necesidad de crear un etnoestado puramente blanco en Estados Unidos a través de la guerra racial (base del terrorismo aceleracionista), estaban en el centro de muchas de las conversaciones y discusiones que se desarrollaban en los diferentes foros y canales de Telegram donde se infiltró (Lavin, 2021).
Para estos grupos, judíos, musulmanes, mujeres feministas, población LGTBI, etc., constituyen un grave obstáculo para conseguir el objetivo del estado puramente blanco, heterosexual o con preponderancia del hombre por el que abogan, haciendo que estas poblaciones se conviertan en objetivos terroristas (Gil Arias, 2020: 86-93, 115-130). Sin embargo, hay un elemento relacionado con la islamofobia que sorprende a la hora de analizar el terrorismo aceleracionsita de extrema derecha. Mientras que se aboga por un Occidente cristiano y blanco, son muchos los grupos que muestran una admiración por las estrategias, acciones y estética del terrorismo yihadista. Recurren al argumento de que el yihadismo lucha por acabar con una sociedad occidental corrompida (hecho que comparten ambos tipos de terrorismo) y que se han atrevido a realizar aquello que los aceleracionistas todavía no (en referencia a las grandes masacres yihadistas protagonizadas por grupos como Al-Qaeda o Daesh) (Arias Gil, 2020: 131-147). Este elemento queda reforzado con investigaciones como el informe “El ascenso de los reaccionarios: Comparando las ideologías del yihadismo-salafismo y del extremismo supremacista blanco” del Programa sobre Extremismo de la Universidad George Washington donde se mencionan las similitudes que existen entre el terrorismo supremacista blanco y el yihadista en múltiples puntos8.
Siguiendo con el análisis de los elementos relevantes de esta tipología de terrorismo, el concepto de religión es interesante de analizar. Si bien ocurre que este (como el resto de los elementos comunes en el aceleracionismo de la extrema derecha) es un punto que guarda múltiples conexiones con otros como raza, etnia o nación, sí consideramos interesante abordarlo de manera aislada para comprender cuál es la relación que estos grupos guardan con el mundo religioso. A primera vista, se podría aseverar que no se encuentra una conexión directa entre la religiosidad y el terrorismo de la extrema derecha. No obstante, tanto los memes y mensajes en redes sociales, así como algunos de los manifiestos que han precedido a ataques terroristas, sí que se abstrae una presencia relevante de lo religioso en estos grupos. Dentro de los valores tradicionales occidentales que estos grupos e individuos piden o dicen defender, se encuentra la religión cristiana. No se encuentran choques o diferencias entre católicos, protestantes, evangélicos, etc., si no una defensa de la cristiandad occidental frente a las amenazas y los ataques que puedan venir del mundo musulmán y del mundo judío. Teorías como la del gran reemplazo o conspiraciones sobre el control mundial que ejercen los judíos son una constante en estos sectores (Arias Gil, 2020: 86-93). Todo esto viene de la mano, en múltiples ocasiones y tal como se ha señalado con anterioridad, de mensajes en defensa de las concepciones tradicionales de la vida (rol de las mujeres en las sociedades -muy vinculado al movimiento incel y su concepción de las relaciones hombre/mujer-, modelo de familia, idiomas y culturas aceptados, etc.).
Además de ir de la mano de una concepción de tradición y cultura muy particular, la religión está obteniendo cada vez un peso más relevante en entornos de la alt-right, la extrema derecha (Cuesta, 2021: 272-335) y el aceleracionismo terrorista. Si bien es cierto que son muchas las referencias al cristianismo que se realizan en muchos de estos foros (Arias Gil, 2020: 43-45), lo que realmente caracteriza a estos grupos es la referencia al milenarismo apocalíptico (Arias Gil, 2020: 109-114). Aunando diferentes elementos y referencias, el aceleracionismo utiliza los sentimientos y la identidad religiosos para ofrecer un anclaje ideológico más a su idea del fin de la sociedad y la cultura occidentales. Así, utilizando la concepción apocalíptica, unirían su final de Occidente con la llegada de un nuevo mundo basado en sus conceptos del supremacismo blanco occidental. Elementos del cristianismo, hinduismo y el paganismo se usan como justificación para atacar a la sociedad actual en general y para justificar las acciones y ataques realizados (Arias Gil, 2020: 109). De igual forma, el recurso a la religión como identificador de nuevos objetivos para ataques terroristas es también de gran importancia dentro de la constelación ideológica aceleracionista (Arias Gil, 2020: 198-202).
Para finalizar, el elemento referente a la nación y el nacionalismo está intrínsecamente relacionado con los de etnia y religión. Tal y como mencionábamos con anterioridad, la idea del supremacismo blanco en torno a la creación de un etnoestado blanco y de valores, cultura y religión cristianas no entra en contradicción con el concepto del nacionalismo (Stern, 2019: 1-14, 111-127). La defensa de unas fronteras férreas (o incluso cerradas) para evitar la llegada de inmigrantes, así como la conceptualización de la nación como algo excluyente es una constante entre estos grupos. Identificando a todos los elementos que no deben conformar esa nación idealizada (sin migrantes, sin religiones ni culturas foráneas, sin feministas, sin población LGTBI, etc.), construyen todo un corpus de potenciales objetivos que expanden su lista de posibles acciones (ataques a centros religiosos, mujeres, comunidad LGTBI, personas racializadas, etc.) (Arias Gil, 2020: 185-226). Todo esto también quedaría unido en cierta forma con una concepción que se podría considerar neocolonial en cuanto a la idea de una superioridad de las naciones y valores occidentales sobre el resto del mundo.
Por lo tanto, la propia idea del etnoestado (con todos sus añadidos en torno a la religión, la tradición, etc.) muestra una concepción nacionalista radical centrada en la necesidad de construir y defender una nación blanca, cristiana, de férreos y extremadamente conservadores valores y sin la mácula del feminismo y la población LGTBI, recurriendo para ello a la violencia y a la necesidad de acelerar la llegada de esa guerra racial que de pie a esa utopía del etnoestado blanco (Stern, 2019).
CONCLUSIONES
El terrorismo aceleracionista de extrema derecha lleva años escalando puestos entre las preocupaciones más acuciantes de diferentes organismos. Para el Observatorio Internacional de Estudios sobre Terrorismo, el Comité de Inteligencia y Seguridad de la Cámara de los Comunes del Reino Unido y otros que hemos señalado con anterioridad, esta tipología de terrorismo se encuentra en un punto de gran relevancia como riesgo internacional. Gracias al uso de internet y las redes sociales, su utilización como punto de radicalización, puesta en común de ideas, objetivos y tácticas, así como las demostradas vinculaciones internacionales que muchos de estos grupos tienen, lo convierten en un peligro que afecta al escenario global. Autores como Arias Gil señalan que el hecho de que Estados Unidos sea el punto de origen de esta tipología terrorista no evita que se esté extendiendo precisamente por el auge del uso de las redes sociales como fuente de radicalización (2020: 227).
Este elemento referido a la internacionalización del fenómeno del terrorismo de la extrema derecha no solamente tiene que ver con el papel que las redes sociales y determinados foros de internet pueden tener a la hora de replicar la propaganda o los bulos que puedan servir como radicalización para una persona. Las redes construidas entre muchos de estos grupos apuntan cada vez más hacia una situación de potenciales colaboraciones o, al menos, de compartir materiales e información que puedan ser utilizados para actos violentos (Arias Gil, 2020: 46). Un ejemplo de esta presencia internacional puede ser la reciente operación policial que se saldó con la detención de dieciséis miembros de Combat 18 en España, grupo neonazi que ha sido ilegalizado y considerado grupo terrorista en Alemania y Canadá9. Otro ejemplo podrían ser las referencias a otros ataques de la extrema derecha que se realizan en diferentes atentados10.
Como se ha ido desarrollando en los párrafos precedentes, resulta complejo analizar cada elemento por separado debido a sus interconexiones con los demás que componen la constelación heterogénea ideológica del terrorismo y la violencia política de extrema derecha. Nación, religión y etnia resultan de gran interés para analizar un fenómeno tan complejo como este en una sociedad y un momento histórico en el que las identidades se han convertido en elementos clave para comprender la realidad que nos rodea. Dentro de la ideología de estos grupos terroristas aceleracionistas de extrema derecha son muchos los elementos que se encuentran en común: homofobia, xenofobia, racismo, supremacismo blanco, misoginia, conspiracionismo y un largo etcétera. Sin embargo, el mismo concepto de etnoestado blanco aúna unos perfiles que, desde nuestro punto de vista, resultan de gran interés. En un mismo elemento se fusionan un concepto claro de nación, etnia y religión: una nación enteramente blanca que se base en una interpretación extrema de la cultura y tradiciones cristianas.
Los elementos señalados en este artículo (el carácter internacional de esta tipología terrorista y la importancia de elementos identitarios tan relevantes como etnia, nación y religión) hacen que los grupos terroristas aceleracionistas de extrema derecha se conviertan en un punto muy relevante e interesante para tener en cuenta en los próximos años dentro de las relaciones internacionales. Su clara vocación de acción e influencia global no deja lugar a dudas acerca del papel que pueden llegar a representar en un futuro cercano. Por lo tanto, se hace necesario reflexionar sobre la importancia que estas organizaciones están adquiriendo, así como en la necesidad de ampliar los análisis e informes que se están desarrollando en la actualidad al respecto. Únicamente de esta forma se puede comprender un fenómeno en constante evolución, crecimiento, muy heterogéneo y que parece que está convirtiéndose en lo que algunos llaman una nueva ola del terrorismo internacional (Aria Gil, 2020).
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Silvente, Adriana, “Qué es un ‘incel’ y cómo ha surgido una comunidad dañina más allá del término”, Newtral, 24/08/2022. Localizado en el siguiente sitio web: https://www.newtral.es/incel-significado-comunidad-incels-que-es/20220824/.
The Local Italy, “New Zealand terror suspect wrote Italian shooter’s name on his gun”, The Local Italy, 15/09/2019. Localizado en: https://www.thelocal.it/20190315/new-zealand-shooting-brenton-tarrant-luca-traini-italy-shooter-macerate.
Tovar, Marina, “¿Los actores solitarios de la extrema derecha se radicalizan solos? Descubriendo las “ocultas” redes sociales de los actores soltiarios: ataques terroristas de extrema derecha en la Unión Europea 2017-2021”, Revista Internacional de Estudios sobre Terrorismo, nº 10, 2024, 21-36.
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1 Localizado en el siguiente sitio web: https://observatorioterrorismo.com/violencia-y-terrorismo-de-extrema-derecha/. Última visita realizada el 04/07/2024.
2 Se podría considerar los atentados de Utoya y Oslo de julio de 2011 como el punto de inicio de esta nueva oleada de terrorismo (Europol, 2023).
3 Localizado en el siguiente sitio web: https://www.europol.europa.eu/cms/sites/default/files/documents/European%20Union%20Terrorism%20Situation%20and%20Trend%20report%202023.pdf. Última visita realizada el 04/07/2024.
4 Sirvan de ejemplo las referencias históricas al terrorismo de extrema derecha en la Transición española de Madueño Álvarez, Miguel, “Guerrilleros de Cristo Rey: El brazo armado de la extrema derecha en los primeros años de la Transición”, LA RAZÓN HISTÓRICA. Revista hispanoamericana de Historia de las Ideas, 35, 2017, pp. 158-180; Casals, Xavier, “El terrorismo parapolicial y de ultraderecha en la Transición: entre la argelización, la argentinización y la italianización” en [Gaizka Fernández Soldevilla; María Jiménez Ramos (coords.)], 1980. El terrorismo contra la Transición. Madrid, Tecnos, 2020, pp. 169-201.
5 El movimiento incel o de célibes involuntarios está constituido por hombres que se definen por su incapaz de mantener relaciones sexuales con mujeres. Culpan de su situación al feminismo y se caracterizan por una misoginia extrema. Véase: Silvente, Adriana, “Qué es un ‘incel’ y cómo ha surgido una comunidad dañina más allá del término”, Newtral, 24/08/2022. Localizado en el siguiente sitio web: https://www.newtral.es/incel-significado-comunidad-incels-que-es/20220824/. Última visita el 19/08/2024.
6 Sirva de ejemplo el libro de Lavin, Talia, La cultura del odio. Un periplo por la dark web de la supremacía blanca. Madrid, Capitán Swing Libros, 2021. En esta obra, la periodista Talia Lavin desgrana los diferentes odios que observó en su periodo infiltrada en el chat de Telegram “The Bunkhouse” y en otros muchos con identidades falsas.
7Castellano, Celia, “Aceleracionismo, la nueva amenaza del supremacismo blanco”, El País, 21/03/2021. Localizado en el siguiente sitio web: https://elpais.com/eps/2021-03-21/aceleracionismo-la-nueva-amenaza-del-supremacismo-blanco.html. Última visita el 20/08/2024.
8 Europa Press, “Yihadismo y supremacismo blanco, dos extremos con muchos rasgos en común, según un estudio”, Europa Press, 05/12/2011. Localizado en: https://www.europapress.es/nacional/noticia-yihadismo-supremacismo-blanco-dos-extremos-muchos-rasgos-comun-estudio-20211205115057.html. Última visita el 20/08/2024.
9Gabinete de Prensa de Policía Nacional, “Desarticulada la rama española de una organización criminal internacional vinculada al nacionalsocialismo y supremacismo blanco”, Comunicación Policía Nacional, 17/10/2023. Localizado en: https://www.policia.es/_es/comunicacion_prensa_detalle.php?ID=15921. Última visita el 20/08/2024.
10Quesada, Juan Diego, “Uno de los atacantes de Nueva Zelanda llevaba en el fusil el nombre del neonazi que mató a Carlos Palomino”, El País, 15/03/2019. Localizado en: https://elpais.com/ccaa/2019/03/15/madrid/1552645383_279994.html. Última visita el 20/08/2024. The Local Italy, “New Zealand terror suspect wrote Italian shooter’s name on his gun”, The Local Italy, 15/09/2019. Localizado en: https://www.thelocal.it/20190315/new-zealand-shooting-brenton-tarrant-luca-traini-italy-shooter-macerate. Última visita el 20/08/2024. Esta última mención hace referencia a un ataque contra inmigrantes africanos en Mascerata (Italia) en el año 2018.