Guerra Colonial

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“Nosotros somos los dueños de nuestro país”: El movimiento thakin y su oposición al poder colonial británico en Birmania (1930-1939)

“We are the masters of our country”. The Thakin movement and its opposition to British colonial power in Burma (1930-1939)

Daniel Gomà Pinilla

Universidad de Cantabria
daniel.goma@unican.es

Recibido: 15/04/2024
Aceptado: 19/05/2024

DOI: https://doi.org/10.33732/RDGC.14.101

Resumen

La Dobama Asiayon fue una organización nacionalista de Birmania que encabezó la lucha anticolonial contra el dominio británico en los años treinta y su efecto fue decisivo en el proceso de descolonización. Sus integrantes, conocidos como thakins, se convirtieron con el tiempo en los líderes del proceso que llevó a la independencia de Birmania en 1948 y lideraron la escena política nacional en las décadas posteriores.

Palabras clave
Birmania (Myanmar), Colonialismo, Dobama Asianyon, Thakin, Nacionalismo.

Abstract

The Dobama Asiayon was a Burmese nationalist organization that led the anti-colonial struggle against British rule in the 1930s and had a decisive impact in the decolonization process. Known as thakins, its members later became the leaders of the process that lead to the independence of Burma in 1948 and led the national political scene in the following decades

Keywords
Burma (Myanmar), Colonialism, Dobama Asiayon, Thakin, Nationalism.

Esta obra está bajo una licencia internacional Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0. CC BY

La historiografía birmana divide la lucha anticolonial de Birmania (país también llamado Myanmar) y la liberación del yugo británico en dos grandes etapas o generaciones. La primera, que abarca de principios del siglo XX a 1930, es la llamada ‘generación patriota’ (amyo saungshauk, literalmente ‘preservar la raza’, de la etnia birmana se sobreentiende). Surgido en los umbrales del siglo XX, el nacionalismo birmano se caracterizará en esta primera etapa por su demanda de autonomía dentro del imperio británico y el fin de la pertenencia de la llamada Provincia de Birmania a la India británica. En la práctica, Birmania había sido anexionada como parte de la gran colonia india de Gran Británica y no estaba gobernada directamente desde Londres sino a través del virrey británico de la India. Entre sus logros figura en 1923 la autonomía concedida a Birmania y un gobierno local con presencia de ciudadanos birmanos (Moscotti, 1974: 29-38).

A esta primera generación de patriotas moderados le sucederá una segunda, llamada ‘generación revolucionaria’, conocida también como generación thakin, que va de 1930 a la independencia (1948), y donde la lucha contra el dominio colonial pasará a estar encabezado por jóvenes dirigentes más radicales. Estos últimos mostrarán una desafección hacia los grupos nacionalistas tradicionales y sus constantes divisiones. Esta nueva generación de jóvenes nacionalistas se agrupará en torno a una organización, la Dobama Asiayon, que liderará a partir de hora la lucha anticolonial y cuyos miembros, los thakins, dirigirán con éxito posteriormente el proceso hacia la independencia de Birmania.

LOS ORÍGENES DE LOS THAKINS

A finales de los años veinte el movimiento anticolonial se encontraba en crisis, con una élite política cada vez más enfrentada y corrupta. La relación con el poder colonial y la necesidad de compromisos para obtener avances eran puntos de fricción interna cada vez mayores pues el deseo de una creciente autonomía era contestado cada vez con más fuerza por grupos que abogaban directamente por el enfrentamiento con las autoridades británicas con el fin de lograr la marcha de estas últimas del país.

La pérdida del apoyo de la sociedad hacia esta primera generación de líderes nacionalistas no era exclusivamente política, sino que iba más allá. La dominación británica también había tenido un fuerte impacto social y económico. En el último caso, los colonizadores habían convertido a Birmania en uno de los principales productores de arroz a nivel mundial mediante la desforestación y la extensión de cultivos desde hacía más de medio siglo. Necesitado de mano de obra ante la escasa predisposición de los birmanos a colaborar, el gobierno colonial había impulsado la inmigración de gentes procedentes de la India, que pasaron a trabajar en la administración, el comercio y la agricultura. La caída de la producción en los años veinte agravó la situación social. Muchos propietarios birmanos perdieron sus tierras al no poder devolver sus préstamos, muchos de ellos otorgados por usureros indios, generando un creciente malestar en la población local (Charney, 2009: 10-11). La presencia india llegó a ser tan numerosa, sobre todo en la parte sur del país, que alteró los equilibrios demográficos existentes hasta la fecha y en 1921 el 55% de la población de Rangún, la capital birmana, era de origen indio (Pearn, 1939: 257). Al control de la economía, especialmente significativa en el ámbito comercial, por parte de los recién llegados se le unían el choque de costumbres al ser muchos de estos indios de religión islámica y la consecuencia fue el creciente número de enfrentamientos interétnicos en esta época.

Precisamente la tensión comunal estuvo en el origen del nacimiento del movimiento thakin. El detonante fue un incidente de corte racial ocurrido en el puerto de Rangún en mayo de 1930. A comienzos de ese mes un grupo de dos mil estibadores indios del puerto se rebelaron contra la compañía naviera para la que trabajaban, la Scindia Steam Navigation Co., exigiendo mejoras salariales, concretamente que su sueldo pasara de 1,5 a 2 rupias diarias. La empresa rechazó las reclamaciones y contrató a dos mil birmanos para sustituir a los huelguistas. Sin embargo, dos semanas más tarde llegó a un acuerdo con estos últimos. El problema es que la compañía no informó del acuerdo ni despidió a los trabajadores birmanos que llevaban varios días operando en el puerto. El regreso de los indios a sus puestos de trabajo llevó a choque con sus colegas birmanos y el incidente derivó en graves alborotos en Rangún entre las dos comunidades que duraron varios días, muriendo casi 300 personas, la mayoría de ellas indias (Khin Yi, 1988: 4).

Los incidentes de Rangún sacudieron fuertemente al movimiento nacionalista con la movilización de la juventud birmana en apoyo de sus compatriotas trabajadores. Aunque la causa había sido económica, los jóvenes activistas consiguieron convertir los enfrentamientos en una cuestión política para popularizar su causa y ganar adhesiones. Aprovechando el tenso clima político y social del momento, un grupo de estudiantes y de recién licenciados de la Universidad de Rangún (UR) fundaron el 30 de mayo la Dobama Asiayon (‘Asociación Nosotros los Birmanos’)1, también conocido como movimiento thakin. Oficialmente, su fundador fue Thakin Ba Thoung, quien trabajaba a tiempo parcial en la UR como tutor de traducción (Khin Yi, 1988: 4), a quien se unieron desde el primer instante decenas de jóvenes politizados. Aunque no hay una seguridad absoluta, el lugar donde tuvo lugar el nacimiento de la Dobama Asiayon fue la esplanada de Botataung, en el este de Rangún.

La nueva organización nacionalista se oponía al dominio británico y denunciaba la situación de discriminación en que se encontraban los birmanos en su propio país, reclamando la necesidad de alcanzar la independencia para asegurar la supervivencia de la nación birmana. Como símbolo de su oposición al poder dominante, sus miembros adoptaron el término thakin (transcrito también thahkin y thakhin), una palabra antigua del birmano que significa ‘amo’, ‘señor’, ‘dueño’ o ‘maestro’, para dirigirse los unos a los otros y que se convertiría a partir de ahora en su seña de identidad2. Históricamente, el término thakin había sido la forma en que los plebeyos se dirigían a los dignatarios de la corte real y a las autoridades durante la época de la monarquía de Bagan (siglos XI-XIII); tras la anexión de Birmania al imperio británico en 1886, era la expresión que utilizaba la población para dirigirse a los británicos (y, por ende, a los europeos presentes en el país) como una forma de sumisión al poder colonial (Khin Yi, 1988: 3). Con ello, los thakins, como serían conocidos a partir de ahora los integrantes de la Dobama Asiayon, buscaban demostrar que eran los dueños en su propio país. La bandera de la organización tendría como símbolo la figura del pavo real, considerado el animal nacional de Birmania.

LA DOBAMA ASIAYON, ORGANIZACIÓN NACIONALISTA DE CORTE ÉTNICO

La adopción de Dobama Asiayon como nombre de la organización era una clara indicación del fuerte sentimiento nacionalista de sus miembros y, al mismo tiempo, buscaba diferenciarse de las antiguas organizaciones nacionalistas del periodo anterior. En otras palabras, los thakins querían romper con los dirigentes políticos de la primera generación y establecer su propia base de poder en la escena política nacional. El término Dobama, en realidad, es la unión de dos palabras: Do y Bama. El primero significa “Nosotros” y buscaba reflejar el sentido de unidad y de colectividad de sus integrantes, dejando de lado intencionadamente la idea de individualidad (Ba Sein, 1943: 17-18). Esta noción del “nosotros” era una velada crítica al mismo tiempo a los antiguos líderes del movimiento nacionalista por haber sucumbido a sus intereses particulares, mientras que los nuevos activistas resaltaban que el interés general (y nacional) estaba por encima de los egoísmos personales.

Más complejo y polémico era el término Bama. Pocos días después del nacimiento de la Dobama Asiayon, sus responsables publicaron el Dobama Sandan, manifiesto principal, cuyo lema era ya toda una declaración de intenciones:

Birmania es nuestro país
La literatura birmana es nuestra literatura
El birmano es nuestra lengua
Ama nuestro país
Eleva los niveles de nuestra literatura
Respeta nuestra lengua

Este lema era directo y persuasivo y perseguía que la gente lo memorizara con facilidad. La primera línea ya es una clara muestra de la orientación nacionalista de la organización y su deseo de insuflar sentimientos patrióticos entre el pueblo, mientras que las dos siguientes recordaban la necesidad de preservar y promover la lengua vernácula frente al creciente uso del inglés, la lengua oficial de la colonia. En este último caso la reivindicación radicaba en la necesidad de que se enseñara la lengua local en el sistema escolar, una de las demandas históricas del nacionalismo birmano. Las últimas tres líneas simplemente buscan reforzar las tres primeras. El objetivo final era recordar el estatus inferior de los birmanos y su cultura debido a la dominación británica. El manifiesto de la Domaba Asiayon también incluía aspectos económicos como comprar en tiendas de birmanos y productos nacionales.

Este lema se resumía en un slogan que repetirían continuamente los thakins: “Birmania para los birmanos” (‘Bama pyi thi dopyi’) (Do Thamaing I, 1976: 127). Aunque la historiografía birmana posterior a 1948, especialmente la de las últimas décadas, tiende a señalar que Bama se refiere en realidad al conjunto de pueblos (etnias) del país3, la definición del término en esta época, los años treinta, no dejaba lugar a dudas pues tenía unas claras connotaciones étnicas. En concreto, Bama, literalmente “el país de los birmanos”, se refería en concreto al grupo étnico de los birmanos, aproximadamente el 70% de la población del país4.

De hecho, los thakins eran en su totalidad de etnia birmana. Ello no tiene nada extraño. Históricamente dominadores del país al que dan nombre, los birmanos mantenían desde hacía siglos una relación en muchos casos tensa con otros grupos étnicos vecinos, menos numerosos, y estos últimos veían en el poder británico la forma de protegerles del dominio birmano. Por ejemplo, un buen número de integrantes de estas etnias minoritarias servían en el ejército colonial. En 1931 karens, kachins y chins representaban el 83% de las tropas indígenas de dicho ejército, frente a un 12% de etnia birmana (Callahan, 2002: 527). Muchos nacionalistas consideraban a estos combatientes como “traidores” y la elevada presencia de miembros de minorías en el ejército colonial y la administración del país llevó a una parte de los birmanos a percibir a aquellas en conjunto como desleales. La falta de integración de las minorías en el movimiento thakin en esta época haría que este último fuera percibido por las otras etnias como una organización birmana desde el punto de vista étnico y sería una de las causas de los problemas étnicos que tendría el futuro estado birmano independiente.

Una parte del movimiento thakin (aunque no todos los thakins) mostraba una notable desconfianza hacia los demás grupos étnicos, a los que denominaba como defensores de la thudo-bama (“Su Birmania”), esto es, birmanos que colaboraban con el gobierno colonial (Nemoto, 2000: 2-3) A ello contribuía, sin duda, que la administración británica de Birmania se componía de dos entidades: la llamada Burma Proper (o Ministerial Burma) y las Frontiers (Excluded) Areas. La primera estaba formada por las regiones del centro y sur del país y donde la etnia birmana era claramente mayoritaria (Tucker, 2001: 38). La segunda categoría agrupaba a los territorios circundantes a la Burma Proper. Se trataba de zonas montañosas, relativamente aisladas y habitadas por grupos étnicos diferentes a los birmanos, con los que mantenían en muchos casos relaciones conflictivas debido a los intentos de dominación de los reinos birmanos en el pasado y reconocían la autoridad colonial británica a cambio de preservar una cierta autonomía. Por ello, no veían con simpatía a los diferentes grupos nacionalistas, incluidos los thakins. Aunque se proclamaban defensores de todos los pueblos de Birmania y llamaban a la unidad de todas las etnias para construir una nación independiente, el nacionalismo de corte birmano de los thakins haría que su respaldo entre las minorías étnicas fuera escaso (Silverstein, 1980: 39).

Por último, el término Asiayon fue una novedad en sí mismo. Hasta entonces, las organizaciones nacionalistas habían utilizado los términos athin y ahpwe (sociedad y organización respectivamente) para definirse políticamente, pero dichos términos fueron rechazados por los thakins al considerarlos demasiado rígidos y limitados en su definición a un grupo restringido y concreto de personas. Partidarios de ampliar su base de apoyo, los thakins inventaron el término asiayon a partir del vocablo inglés association (asociación) porque tenía un sentido más amplio y general.

Aparte de la pertenencia a la etnia birmana, otra característica principal de los miembros de la Dobama Asiayon era su juventud, pues sus integrantes serán principalmente estudiantes de la UR o recién licenciados de este centro5. Un aspecto curioso, que demuestra ya una cierta madurez en el nacionalismo birmano, es su relación con el budismo. Hasta 1930 el movimiento anticolonial había estado muy influido por el sangha, el estamento religioso budista, cuyos integrantes, los monjes (pongyis) habían jugado un papel activo. En cambio, los thakins, pese a ser budistas, pensaban en términos exclusivamente políticos y veían el apoyo de los monjes solo en el sentido de que la religión budista era parte de la herencia cultural birmana, gozaba de amplio respaldo popular y era un factor de unidad étnico del que poder aprovecharse. Sin embargo, los thakins siempre evitaron presentarse como devotos del budismo, aspecto que consideraban más propio del ámbito privado y del que recelaban en el plano político (Silverstein, 1980: 39).

Donde no está tan clara la unidad es en el aspecto ideológico. Las ansias de acabar con el dominio británico era el punto de unión de los thakins, pero diferían en la forma de alcanzarlo, siendo los más radicales partidarios del recurso de la violencia en caso necesario. De hecho, su ideología era bastante confusa pues recogía aquellas ideas revolucionarias que prometieran un mundo mejor y se opusieran a la colonización, incluyendo entre éstas desde la no-cooperación de Gandhi y el Congreso Nacional Indio hasta el marxismo-leninismo, pasando por el socialismo no marxista, el panasianismo de Japón, el fascismo, el nacionalsocialismo e incluso las teorías del Sinn Fein irlandés (Maung, 1951: 11-16; Charney, 2009: 42). No es extraño, por tanto, que a la larga el movimiento thakin acabara escindiéndose en numerosas facciones que acabaron desembocando en la formación de partidos de corte moderado en algunos casos y radical en otros.

DE LA HUELGA DE 1936 AL NUEVO GOBIERNO COLONIAL

El primer lustro de existencia de la Dobama Asiayon estuvo marcada por una creciente popularidad, pero más allá de su discurso antibritánico sus acciones no afectaban al poder colonial. Sus mayores logros en estos primeros años se resumieron en pequeños incidentes y en algunas huelgas en diversos puntos del país.

Donde sí obtuvo éxito fue entre la juventud y la actividad de la Dobama Asiayon influyó en el auge espectacular del movimiento estudiantil a mediados de los años treinta. La Unión de Estudiantes de la Universidad de Rangún (UEUR), la principal organización estudiantil universitaria del país, estaba dirigida desde 1935 por un activo estudiante de Derecho llamado Nu. Un estudiante más joven, también de Derecho, era Aung San, quien era un estrecho colaborador de Nu y dirigía el periódico de la UEUR, el Oway6. El activismo político de ambos y, en especial su denuncia de la inmoralidad de la dirección y del profesorado de la RU, los llevaron a ser expulsados de la universidad en febrero de 1936. La respuesta fue una huelga masiva de estudiantes.

En realidad, la protesta era consecuencia de una indignación estudiantil acumulada durante años debido al autoritarismo de los gestores del centro y la expulsión de estudiantes ante infracciones mínimas, entre ellas el tutear a un profesor, discrepar de un docente, etc. El odio estudiantil se dirigía especialmente contra Duncan J. Sloss, el todopoderoso rector británico de la universidad desde 1923. Entre sus atribuciones estaba expulsar a los estudiantes (dictamen ante el que no cabía recurso), vetar el acceso a determinadas asignaturas y decidir qué alumnos podían entrar en la administración civil tras su graduación. El poder y la consecuente arbitrariedad de Sloss condicionaban el futuro laboral de muchos estudiantes (Aye Kyaw, 1993: 67-69). La expulsión de Nu y Aung San fue, en este sentido, el detonante de este malestar estudiantil.

Los estudiantes en huelga se concentraron en la pagoda Shwedagon, símbolo y principal lugar sagrado (budista) de Birmania, logrando una mayor difusión de sus acciones. La huelga de 1936 resultó un éxito: los expulsados fueron readmitidos en mayo y se logró la dimisión de Sloss y la designación por primera vez de un rector birmano, Pe Maung Tin, al frente de la RU7. Un año más tarde Aung San era nombrado secretario de la recién fundada All Burma Students Union (ABSU) y en 1938 pasó a ser el presidente de esta última y de la ABSU. Los hechos de 1936 catapultaron a Aung San y Nu a la primera línea de la lucha anticolonial y poco después ingresarían en la Dobama Asiayon.

Los hechos de la UR coincidieron con una reforma de la política del gobierno británico hacia su colonia birmana. El auge del movimiento nacionalista birmano obligó a Londres a adoptar una nueva política y en mayo de 1935 se promulgó el Acta de Gobierno de Birmania (o Acta de Birmania de 1935). Entrada en vigor el 1 de enero de 1937, dicha ley oficializaba la separación política y administrativa de Birmania respecto a India, a la que llevaba unida desde la anexión de 1886. A partir de ahora, la primera sería una colonia británica con un Gobernador General (como en India) sujeto a la autoridad directa y exclusiva de Londres.

Según la constitución que acompañaba a esta reforma, se establecía que el Gobernador ejercería un control exclusivo en materia de defensa, asuntos exteriores, política monetaria y sobre las Áreas de Exclusión. Asimismo, estaba encargado de mantener la ley y el orden, preservar la estabilidad financiera y crediticia, y garantizar la protección de las minorías. Sin embargo, debería colaborar con el nuevo gobierno autónomo, que tendría más competencias que antes y estaría dirigido por políticos locales. Este último sería elegido por un parlamento bicameral. El Senado (Cámara Alta) contaría con 36 miembros, la mitad designados por el Gobernador y el resto por la Cámara de Representantes (Cámara Baja). Esta última estaría compuesta por 132 representantes. De ellos 92 serían elegidos por votación popular en 92 circunscripciones birmanas, mientras que el resto estarían reservados a diversos grupos étnicos, sociales y económicos: karens (12), indios (11), anglobirmanos (2), europeos (3), comercio e industria (11) y Universidad de Rangún (1). (Moscotti, 1974: 95-97).

Las primeras elecciones a este gobierno provincial habían tenido lugar en noviembre de 1936 con la participación de seis partidos, entre ellos el Komin Kohkyin Ahpwe (Ahpwe (Uno es su propio Rey, Uno es su propio Ser)8, el partido thakin, Rechazados por los políticos birmanos tradicionales, que les consideraban demasiado radicales, los thakins decidieron participar en los comicios de 1936 pero, a diferencia del resto, lo hicieron con el simple objetivo de desbaratar la vida parlamentaria y atacar a los políticos tradicionales. Su ideario se resumía en rechazar todo cargo dentro del futuro gobierno (Nemoto, 2000: 5). Sin embargo, el partido thakin solo ganó tres escaños Forjando una alianza de siete partidos, el líder del Sinyetha (Partido del Hombre Pobre) Ba Maw fue elegido primer ministro en marzo de 1937.

Los pobres resultados de las elecciones de 1936 demostraban que, pese a su popularidad, los thakins todavía no gozaban del apoyo de la población, que había optado por los partidos más tradicionales del nacionalismo birmano. La simple oposición a toda colaboración con las autoridades coloniales no era suficiente para el electorado, que demandaba ofertas políticas más atractivas, a lo que se añadía la confusión ideológica de los thakins. Por otro lado, la Dobama Asiayon carecía de un liderazgo clave, a diferencia de las demás formaciones políticas, pues eran multitud los thakins que hablaban en nombre de la organización. La ausencia de dirigentes carismáticos, identificables para los votantes, era una pesada carga . En otras palabras, el movimiento todavía no estaba maduro, pero esta situación no tardaría en cambiar.

LA REVOLUCIÓN DE 1300 Y EL FINAL DE LA DOBAMA ASIAYON

El gobierno de Ba Maw nunca gozó de estabilidad y tuvo que hacer frente a la oposición del grupo más radical del nacionalismo birmano, encarnado por Aung San y Nu. Ambos, convertidos en thakins tras ingresar en la Dobama Asiayon, formaban parte de su consejo directivo y este último decidió en 1938 llevar a cabo una acción directa contra el gobierno autónomo. En enero de ese año había estallado una disputa entre los trabajadores birmanos de las refinerías de Chauk y Yenaungyaung (región de Magwe, en el centro del país) y la dirección de la compañía británica Burmah Oil Company a propósito de una solicitud de concesión de días de fiesta. Aprovechándose de ello, la Dobama Asiayon incitó a una huelga general que se extendió a otras refinerías del país. Al principio, las reivindicaciones eran ante todo laborales y sociales con el fin de mejorar las condiciones de los trabajadores y sus familias: educación y sanidad gratuitas para los hijos y esposas, electrificación y acceso a agua potable de las residencias (Do Thamaing I, 1976: 238), pero la escasa predisposición de la compañía a aceptarlas y la presencia de thakins venidos a apoyar la causa de los trabajadores hicieron que la huelga se radicalizara.

A finales de 1938 el paro había derivado en una protesta política con claras connotaciones anticoloniales. Los choques con la policía llevaron a varios muertos, principalmente estudiantes y obreros, en Magwe y Rangún. La tensión política creció cuando en noviembre los trabajadores de Chauk y Yenaungyaung decidieron hacer una marcha a pie hacia Rangún (a 650 kilómetros de distancia) con el fin de presionar a las autoridades. Con el país medio paralizado y con el apoyo de Aung San y los demás thakins, de diversos políticos del parlamento (como U Saw, líder de Myochit, el Partido Patriótico), del sangha, de estudiantes y de buena parte de la población, los huelguistas se pusieron en marcha en diciembre y a ellos se unieron miles de campesinos y obreros de todo el país que vinieron por otras rutas. Autodenominados ‘ejércitos obreros y campesinos’, todas las marchas convergieron en la capital el 8 enero de 1939, pese a la represión del gobierno colonial en forma de detenciones de representantes de los trabajadores y de thakins. La marcha estuvo organizada claramente por la Dobama Asiayon pues sus células locales se encargaban de recibir a los huelguistas, acomodarlos y alimentarlos (Khin Yi, 1988: 102-106). En la práctica, las detenciones fueron ampliamente difundidas por la Dobama Asiayon, galvanizando todavía más los ánimos de una protesta que adquiría claramente un tinte nacional. La entrada en Rangún fue un motivo de júbilo nacionalista con decenas de miles de personas aplaudiendo en las calles y coreando “¡Dobama!, somos dueños de nuestra raza, ¡Dobama!” y “Gloria a la revolución” (Do Thamaing II, 1976: 368). En claro desafío al poder colonial, los huelguistas acamparon al pie de la pagoda Shwedagon, hondeando banderas nacionalistas y cantando canciones patrióticas.

Es indudable que la magnitud de las protestas sorprendió a las autoridades coloniales británicas, que no se habían enfrentado a nada igual. Todo el sistema educativo estaba en huelga, mientras que la buena parte de la población mostraba su respaldo. Numerosas organizaciones en defensa de los intereses de diferentes sectores sociales (campesinos, mujeres, estudiantes, etc.) iban surgiendo al calor de las protestas. Las proclamas de los manifestantes no dejaban lugar a dudas de sus intenciones. Así, líderes religiosos, estudiantiles y thakins hablaban abiertamente de ser la “vanguardia de la lucha por la libertad” y de llevar al “país hacia su objetivo de independencia” (Do Thamaing II, 1976: 360).

Los thakins pasaron rápidamente a dirigir las protestas y exigieron la dimisión de todos los miembros del parlamento autónomo y del gobierno, el boicot a los productos británicos y amenazaron con la convocatoria de una huelga general en todo el país a partir del 15 de enero si no se cumplían estas exigencias. En un ambiente de tensión creciente, el presidente de la Cámara de Comercio Británica en Rangún sugirió la ilegalización de la Dobama Asiayon y las autoridades rechazaron las exigencias de la oposición, lo que se tradujo en una huelga masiva en fábricas y otras unidades de producción (Khin Yi, 1988: 119). El 23 de enero el gobierno colonial respondió con una redada en Shwedagon y detuvo a la mayoría de líderes thakins, entre ellos Aung San, mientras que la policía registraba las oficinas de la organización nacionalista y las residencias de varios dirigentes, entre ellos la de Thakin Nu.

El objetivo de los británicos era mostrar contundencia ante las protestas y evitar que se pudieran extender todavía más. Lo que no contaban es que la acción, en lugar de disminuir, acabaría volviéndose en su contra. Pero no fueron los arrestos en sí los que generaron un amplio rechazo, sino el lugar donde tuvo lugar la acción. El recinto de Shwedagon es el lugar más sagrado del budismo birmano y la entrada de policías calzados se consideró a ojos del sangha un crimen que debería ser castigado y en el caso de la población fue vista como una ofensa para todos los budistas. Y eso que las autoridades británicas eran conocedoras de ello porque en el pasado habían tenido problemas en torno a esta cuestión del calzado.

El desprecio de las autoridades hacia las tradiciones religiosas budistas marcó una escalada del sentimiento antiimperialista y juntó en torno al sangha a los manifestantes, a la prensa local y al conjunto de la población, llevando a un levantamiento general en todo el país que derivó en un enfrentamiento frontal con las autoridades. En Rangún hubo choques con la policía y algunos muertos, pero fue en Mandalay donde los encontronazos fueron más duros. Allí, el 9 febrero de 1939 diez civiles y siete monjes que participaban en una masiva manifestación murieron a manos de la fuerza pública (Naw, 2002: 43).

Los thakins no dudaron en aprovechar esta oportunidad y redirigieron la rabia ciudadana hacia el gobierno autónomo. La consecuencia fue la caída del gabinete de Ba Maw y su sustitución por otro encabezado por U Pu, del Partido del Pueblo. Hábilmente, y de acuerdo con las autoridades coloniales, deseosas de poner fin a la situación, el nuevo gobierno decidió no tomar acciones contra los organizadores y participantes de las protestas a cambio de poner fin a la huelga y la creación de una comisión que examinara los incidentes de los últimos meses. Cansados tras muchas semanas de lucha, obreros y campesinos aceptaron la oferta y regresaron a sus lugares de origen. Aunque parte de los estudiantes y de los thakins, rechazaron este compromiso, las protestas disminuyeron sensiblemente en las semanas siguientes (Khin Yi, 1988: 129-132).

Los hechos de 1938-1939 pasaron a conocerse como la ‘Revolución de 1300’ en honor a que tuvieron lugar en el año 1300 del calendario birmano9, una fecha especialmente señalada, y dio mayor relevancia y prestigio a sus promotores. Sin embargo, curiosamente la gran protesta marcó el fin de la unidad dentro de la Dobama Asiayon. Para entonces, muchos de los thakins habían abandonado ya la organización. En realidad, la división en el seno de la Dobama Asiayon había surgido poco después del desastroso resultado de las elecciones de 1936 con el enfrentamiento entre la vieja guardia, esto es, los thakins de primera hora (Ba Sein, Tun Ok, etc.) y los recién llegados, como Aung San y Nu, más politizados y más proclives a la acción.

De la mano de esta nueva generación, el movimiento thakin había adquirido una creciente deriva izquierdista, fruto de su necesidad de definirse ideológicamente. Los años treinta habían estado marcados por la entrada de las ideas socialistas y marxistas entre la élite intelectual y los estudiantes, especialmente por la hostilidad de estas ideologías al colonialismo y sus críticas al imperialismo. La primera prueba visible había sido la redacción de una Constitución para la Dobama Asiayon, publicada a comienzos de febrero de 1937. De catorce artículos, buscaba dotar a la organización de un contenido ideológico concreto y, de paso, servir de base de un futuro texto constitucional de un estado birmano soberano. Aparte de la demanda de independencia, la Constitución defendía la igualdad de derechos para todos los integrantes de las diferentes etnias nacionales (lo que excluía a los indios, llegados de la mano de los británicos), la defensa de los intereses de las mansas (campesinos y obreros), la redistribución equitativa de la riqueza, el control de la economía por el Estado y el aniquilamiento del capitalismo, considerado una consecuencia directa del imperialismo (Do Thamaing I, 1976: 250-255). Asociando capitalismo con la dominación británica, los jóvenes thakins se adhirieron en mayor o menor grado a las ideologías socialista y marxista. La mayoría de thakins verían en el socialismo el medio más conveniente para alcanzar sus objetivos y a partir de 1937-1938 la dirección de la Dobama Asiayon pasó a estar controlada por socialistas y comunistas (Nemoto, 2000: 6-7).

Las diferencias entre los grupos moderado y radical estallarían en el marco de la Tercera Conferencia Anual de la Dobama Asiayon, celebrada en Prome (actual Pyay) a finales de marzo de 1938, y el enfrentamiento entre ambos llevaría a posiciones irreconciliables, rompiendo la organización thakin y la facción más moderada optaría por unirse al Bloque de la Libertad de Ba Maw, uno de los referentes principales del movimiento nacionalista birmano, marcando de esta forma el fin de la Dobama Asiayon. Aunque la mayoría de thakins se decantaría con el tiempo hacia posiciones de izquierdas, tampoco formarán un grupo unido. La radicalidad del marxismo en cuestiones como la religión le hizo ser rechazado por buena parte de los thakins, más cercanos a posiciones socialdemócratas. El propio Aung San fue uno de los fundadores del Partido Comunista de Birmania en 1939, pero pronto se desentendió de él debido a sus diferencias ideológicas, más cercanas al socialismo moderado que al marxismo-leninismo. Este deambular entre diferentes partidos políticos e ideologías fue una característica de Aung San, como él mismo reconoció, y es extrapolable a otros líderes del movimiento thakin (Gomà, 2017: 275).

La fragmentación y la consiguiente desaparición de la Dobama Asiayon fue debido sobre todo a la incapacidad de los thakins de derrotar políticamente a la administración colonial británica y la frustración llevó a muchos de ellos a decantarse por la lucha armada como forma de alcanzar sus objetivos, una postura considerada desde 1930 pero no planteada en la práctica por los thakins hasta finales de los años treinta (Gomà, 2023:142). Aunque contaban con un creciente apoyo popular, muchos thakins habían creído ingenuamente que la expulsión de los británicos del país se lograría en un plazo relativamente corto de tiempo y la realidad les había demostrado lo contrario. No es extraño, por tanto, que la mayoría de ellos colaboraran con los japoneses en su invasión de Birmania (1941) con el fin de deshacerse del yugo colonial, pero esto ya es otra historia.

CONCLUSIÓN

La Revolución de 1300 fue un acontecimiento fundamental en la historia contemporánea de Birmania. Aparte de poner contra las cuerdas al gobierno colonial británico, la revolución encumbró definitivamente a los thakins al liderazgo del movimiento nacionalista y estos últimos no dudarían en aprovecharse de ello. En este sentido, el movimiento thakin marcó un antes y un después en el proceso de descolonización. Fueron los thakins los primeros que lograron reunir a todo el pueblo birmano en torno a la causa de la independencia y sentar las bases de todo el proceso que llevaría al fin del dominio británico. Los thakins ayudaron a los japoneses a expulsar la administración colonial británica y ocupar militarmente el país cambio de la promesa de una futura independencia. Así, entre los legendarios Treinta Camaradas que acompañaron a los nipones en 1941 había 25 que procedían de este movimiento nacionalista y luego ocuparon muchos cargos de responsabilidad en los gobiernos projaponeses (Gomà, 2023). Más tarde, ante la negativa de Tokio a conceder la soberanía, los thakins se levantarían en armas contra los ocupantes y se unirían a los Aliados en la Segunda Guerra Mundial.

Erigidos en la principal organización nacionalista, los thakins marcarían la historia política después de conflicto bélico y fueron los principales artífices de la independencia del país en enero de 1948, empezando por el más famoso de todos ellos, Aung San, considerado el padre de la nación. De hecho, la mayoría de líderes políticos del periodo democrático (1948-1962) fueron thakins, sobresaliendo la figura de Nu, quien firmaría el acuerdo de independencia con Gran Bretaña tras el asesinato de Aung y sería conocido más tarde como U Nu, ocupando el cargo de primer ministro (1948-1958/1960-1962). Otros como Thakin Soe y Thakin Than Tun liderarían el Partido Comunista de Birmania que más tarde se escindiría en dos grupos enfrentados y que se levantarían con pocos años de diferencia contra el poder colonial primero y contra el gobierno independiente de Birmania más tarde. Otra figura política clave, Ne Win, el general golpista que instauró una dictadura militar a partir de 1962, también fue un thakin, como algunos de sus compañeros de armas.

Durante décadas la pertenencia a la Dobama Asiayon y la denominación de thakin precediendo al nombre otorgaban un prestigio y un estatus social inigualable a su poseedor. Un aspecto interesante es que, pese a las diferencias ideológicas, el vínculo forjado entre los thakins en su lucha por la independencia en los años treinta se mantuvo a lo largo del tiempo. Por ejemplo, Ne Win, quien no dudó en reprimir a la población que protestaba contra su dictadura castrense, siempre trató con respetado a sus antiguos compañeros thakins, muchos de ellos opositores declarados a su régimen militar. Más simbólico, pero también relevante es el hecho de que la Canción de Dobama se erigió en un símbolo nacional durante la durante la ocupación japonesa y fue adoptada como himno nacional tras la independencia del país. Así, el entonces primer ministro U Nu encargó un nuevo himno nacional al compositor U Sein Myan, quien utilizó la Canción de Dobama como melodía, pero modificó parcialmente la lírica original. En 1989, la junta militar que gobernaba Birmania en esa época ordenó un cambio de la lírica bajo el argumento de ser estar vinculada exclusivamente la etnia birmana y el nuevo texto buscó incluir la diversidad étnica del país.

REFERENCIAS

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Gomà, Daniel, “De los Treinta Camaradas al Burma Independence Army: el papel del movimiento nacionalista en la invasión japonesa de la Birmania británica (1940-1942)”, en Miguel Madueño Álvarez y Pedro Panera Martínez (ed.), Combatientes en las guerras coloniales, Madrid: Dykinson, 2023, pp. 141-154.

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Tucker, Shelby, Burma: The Curse of Independence, Londres: Pluto Press, 2001.

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1 Transcrito también como DoBamar Asiayone.

2 El movimiento thakin estuvo integrado fundamentalmente por hombres, aunque hubo también algunas mujeres que participaron en su lucha política y que recibieron el apelativo de thakinma.

3 Aunque la historiografía birmana posterior a 1948, especialmente la de las últimas décadas, tiende a señalar que Bama (de ahí el castellano Birmania) se refiere en realidad al conjunto de pueblos del país, esta idea no deja de ser falsa. Lo mismo sucede con el término Myanmar, pues este último es simplemente el nombre más formal, institucional y literario para designar al país, pero significa también “la tierra de los birmanos”. Vendría a equivaler, salvando las distancias, al ejemplo de Suiza y Confederación Helvética.

4 Otras etnias relevantes del país son los karens, los shans, los arakaneses, los kachins, los môns, los kayahs (karennis) y los chins.

5 De ahí que el movimiento también se denomine en ocasiones lunge thakin (‘juventud thakin’).

6Oway designa el graznido del pavo real, el símbolo nacional.

7 Pe Maung Tin (1888-1973) es una de las mayores eminencias de la Birmania contemporánea. Estudiante en Calcuta y Oxford, fue el primer birmano en ocupar una plaza de profesor (y luego de catedrático) de universidad.

8 La traducción del término varía según las fuentes. La segunda parte se puede traducir también como “Uno es su propia raza”.

9 El año birmano empieza en abril del calendario gregoriano (de uso en la mayor parte de Occidente) y termina en el mismo mes del año siguiente.